miércoles, diciembre 08, 2010

¿Quién controla al controlador?

Hace unos años, AENA y nuestro espacio aéreo no tenían el nivel de vuelos anuales que tienen ahora. El turismo en nuestro país, afortunadamente, se ha incrementado en los últimos tiempos. El número de controladores aéreos, en cambio, sigue siendo el mismo.
A principios de año su situación laboral era la siguiente: tal y como estipulaba su convenio, tenían 1200 horas al año de jornada. Al no haber plantilla suficiente para cubrir todos los turnos tenían que trabajar horas extra (siempre voluntarias). Dichas horas extra se pagaban realmente bien, de ahí los sueldos tan elevados que comentaba Blanco, pero no olvidemos que era una situación propiciada por ellos mismos, porque esas horas había que hacerlas sí o sí por la falta de plantilla. El 5 de febrero, se anula el convenio mediante un decreto, elevando la cantidad de horas a 1670 con reducciones de sueldo de hasta el 40%. Alguien de Fomento no aprobó las matemáticas en su día y resulta que siguen siendo horas insuficientes para cubrir con la plantilla de controladores vigente todos los turnos establecidos. Además el 15 de abril se convierte en ley y los controladores de más de 57 años ya no pueden ejercer. Es decir, se merma la plantilla. Como consecuencia de la aplicación de la ley se eliminan reducciones de jornada y se niegan permisos de lactancia. Se comienza a trasladar forzosamente a trabajadores a otras ciudades con carencias de plantilla. Se anulan vacaciones con días de antelación. Algunos controladores llegan a trabajar hasta 29 y 30 días en un mes.
USCA, el sindicato mayoritario representante de los trabajadores, denuncia en verano la situación previniendo de que las horas se agotarán paulatinamente en los diferentes centros y torres de control. Se producen algunos intentos de acercamiento pero ni Fomento ni AENA proponen soluciones, no contratan ni forman nuevos controladores y el tiempo se agota. Mientras tanto hay rumores sobre la próxima privatización de AENA. Llega la primera semana de diciembre y en algunos centros de control gallego se agotan las horas estipuladas para trabajar, lo que provoca en último término el cierre del espacio aéreo gallego.
Fomento debe echar las cuentas que tendría que haber echado antes de que se produzca la situación de Galicia y encuentra una supuesta solución, casualidades de la vida, coincidiendo con el puente más importante del año. Decide aprobar un Real Decreto Ley, el 3 de Diciembre que aumenta las horas a 1840. No sólo eso, sino que estipula que las horas de enfermedad, baja maternal, etc… no contabilizan para el cómputo de las 1840. Es decir, todo aquel trabajador que haya disfrutado de esas horas de baja y/o permiso, deberá ‘recuperarlas’ de aquí a final de año, lo que significaría para algunos cubrir turnos de día/tarde/noche, pudiendo incluso superar las 2000 horas. Se dice que los controladores aéreos son unos privilegiados y que trabajan menos que los europeos, cuando éstos tienen de media 1400 horas.
¿Toda esta información que me llega a través de la red es cierta? ¿Quién miente aquí? ¿A quién debemos exigir responsabilidades? ¿No deberían haberse tomado acciones hace meses para no sobresaturar de trabajo y presión a unos trabajadores que tienen que desempeñar sus labores con un 110% de atención? Hay actas de reuniones de hace por lo menos un par de años en las que se pide que se formen nuevos controladores. No han salido nuevas convocatorias desde 2006.
Todos estamos de acuerdo que lo que hicieron los controladores el viernes no estuvo bien, supuso gran perjuicio para los ciudadanos, para el turismo, para negocios hosteleros y sobre todo para ellos mismos, que ponían en peligro su carrera, su patrimonio, incluso su integridad física si tenemos en cuenta las amenazas que algunos usuarios les han hecho. Pero por eso mismo, debían tener razones de peso para actuar así. Se les cruzaron los cables, sí, pero fue una reacción perfectamente comprensible si tenemos en cuenta la presión que llevan sufriendo tanto tiempo y la estocada que se les dió el viernes. Si yo me encuentro en mi puesto de trabajo y me informan de que tengo que recuperar las horas de mi baja por estar hospitalizada durante un mes, o las horas por haber solicitado un permiso de lactancia, o para acudir al entierro de un familiar, dudo mucho que me encuentre en condiciones de desarrollar correctamente mi trabajo. Más aún si éste se basa en mantener la cabeza fría y dirigir el tráfico de unos 40 aviones a la hora. No me importa el sueldo que cobren. No me valen los argumentos sobre los 4 millones de parados y la crisis que sufre el país. Cualquiera de esas afirmaciones no justifica que estos señores puedan perder sus derechos laborales porque cobren mucho.  Tampoco justifica que se les pueda insultar o amenazar de muerte. Hay que buscar los culpables de esta situación. Ellos lo son de lo ocurrido el viernes, que esperemos que nunca más vuelva a ocurrir, y tendrán que acatar las consecuencias legales derivadas, pero no son los que generaron el problema, por lo tanto los responsables primeros deberían asumir la misma carga legal. Como usuaria del transporte aéreo quiero que se llegue hasta el fondo del asunto y se aclare por qué a las personas que vigilan el espacio aéreo se les provoca de esta manera y se pone en peligro mi seguridad por unos turnos abusivos.

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